También hubo duelo en los graderíos entre ambas aficiones, obviamente los dueños de casa marcaron diferencia al ser mayoría y su apoyo fue determinante en la actuación que su equipo desplegó en la cancha.
Al grito de «vamos Lobos, Vamos Lobos» y «dale, dale», arrancó el partido en una fría noche que predominó en la ciudad chalchuapaneca, pero que en un chispazo fue neutralizada por el calor de ambas hinchadas que vivieron una noche de baloncesto de alto nivel.
Los metapanecos abrieron el marcador con una canasta de tres puntos, pero la respuesta de Lobos no se hizo esperar y Jerome Savoy respondió con una igual y el público local lo celebró a lo grande.
A partir de acá, el quinteto visitante, liderado por Marquise Mosley, Yoel Cubillas y Bernardo Polanco fueron claves para que tomaran la delantera en el marcador y terminaron el primer período en ventaja 17-24.
La buena actuación del equipo metapaneco continuaba muy sólida y eso les permitió seguir arriba en el marcador a falta de dos minutos para el cierre del primer tiempo. Pero los locales reaccionaron mejorando su trabajo en la ofensiva y sus jugadores mejoraron la puntería y acortaron distancias en el marcador.
A falta de dos minutos, los lobeznos no solo empataron el marcador 35-35, sino que luego lo remontaron 38-35 y se fueron al descanso con cifras de 42-37. La afición local se la cobró a la visitante con el grito de «esa barra se ahuevó, esa barra se ahuevó».
El tercer y cuarto período fueron dramáticos porque los metapanecos no bajaron los brazos y a falta de 3 minutos para el final las cifras eran 65-64, y luego, a 1:50 minutos para el final era 65-66 a favor de los caleros.
Así se mantuvo el drama hasta que los visitantes se encargaron de afianzar el triunfo con marcador de 67-65 y de desató el festejo en campo ajeno, no sin antes sufrir un lanzamiento de dos puntos que pudo prolongar el juego, pero la champaña se descorchó para que Metapán celebrar su tercer título consecutivo.