Al menos 15 personas murieron ayer en bombardeos israelíes contra tres localidades al norte y al sur de Beirut, fuera de los bastiones del Hezbolá proiraní, informó el ministerio de Salud libanés.
Un corresponsal de AFP vio a excavadoras que retiraban escombros del lugar y a equipos de rescate en labores de búsqueda. Otro bombardeo israelí provocó cuatro muertos y 18 heridos en Barja, al sur de la capital, continuó el ministerio.
En la costa norte, en Deir Billa, la agencia oficial ANI reportó un tercer bombardeo israelí contra una casa en la que se encontraban desplazados del sur, un bastión tradicional de Hezbolá. «El ataque ocasionó dos muertos y cuatro heridos», señaló el ministerio.
Entre tanto, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas par el Líbano (Fpnul) expresó su temor de que la intensificación de la ofensiva israelí en Líbano desemboque en un conflicto regional «catastrófico», con otro frente abierto en Gaza, donde Israel combate a Hamás.
El conflicto en Líbano amenaza con «convertirse muy pronto en un conflicto regional con consecuencias catastróficas para todos», afirmó Andrea Tenenti, el portavoz de la Fpnul.
En este escenario, Israel enfrenta una ola de indignación internacional por atacar por segundo día consecutivo a los cascos azules de la ONU en Líbano, que reclama un cese al fuego «inmediato» en la guerra entre el Estado hebreo y el movimiento islamista Hezbolá.